Video conmomerativo del acto:15 años de las Ciencias Ambientales y compensación ambiental el acto
Con motivo de los 15 años de la homologación de la Licenciatura de Ciencias Ambientales en el Estado Español, el 27 de noviembre de 2009 se celebró un acto institucional de conmemoración en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), del cual ofrecemos ahora un resumen en vídeo e información sobre su coste ambiental realizado por el Colegio de ambientólogos de Catalunya.
A lo largo del acto intervinieron personalidades relevantes de las diversas asociaciones de ciencias ambientales, así como algunos de los impulsores de la creación de la licenciatura o los primeros licenciados en Ciencias Ambientales del estado. En la posterior mesa redonda, se debatió sobre el futuro de los estudios y los retos y oportunidades de los profesionales del medio ambiente.
Dentro de las medidas de ambientalización del acto, se contempló la reducción y compensación de emisiones, en colaboración con la oficina de medio ambiente de la UAB.
El primer paso fue la captación de información sobre el desplazamiento de los asistentes con una encuesta en la que se les consultaba sobre el medio de transporte utilizado y el quilometraje. Al calcular las emisiones de la mobilidad de los asistentes para acceder al acto se obtuvo un total de 4,095 toneladas de CO2. Al sumar las emisiones asociadas al consumo energético de la sala, el resultado total fue de 4,13 toneladas de CO2. La metodología empleada para el cálcul fue la incluída en la Guía “Actos más sostenibles” de la UAB.
El siguiente paso fue la conversión a unidades econòmicas de estas emisiones, para lo cual se tomó como referencia el precio de la tonelada de CO2 en el mercado internacional.
Finalmente, para la compensación, se escogió un proyecto al que destinar este coste. En este caso, fue el proyecto de fijación de CO2 en los bosques del campus de la UAB. La aportación como resultado de la compensación fue la plantación de 7 encinas y 6 robles el pasado 2 de marzo en los alrededores de la UAB. Pese a la dificultad de poder "compensar" efectivamente los impactos energéticos, se trata, en todo caso, de un pequeño gesto para hacer el evento un poco más sostenible.