--- El ambientólogo y la Pobreza Energética

La interdisciplinariedad de los ambientólogos nos lleva a trabajar en áreas diversas, siendo una de estas la de la energía, que está estrechamente relacionada con el cambio climático. En este sentido algunos ambientólogos se dedican desde el enfoque de la ingeniería, otros desde el del asesoramiento y / o consultoría, otros realizan auditorías energéticas, etc.

Puede decirse que un hogar está en situación de pobreza energética cuando es incapaz de pagar una cantidad de servicios de la energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda.

La ley 24/2015 establece medidas y protocolos para que las administraciones garanticen el derecho de acceso a los suministros básicos de electricidad, gas y agua, aplicándolas a las personas que se encuentran en riesgo de exclusión residencial y también a las viviendas donde viva alguna persona afectada por dependencia energética, como en el caso de las personas que para sobrevivir necesitan máquinas asistidas.

Aunque las medidas para erradicar la pobreza energética requerirían de acciones a gran escala, como por ejemplo la promoción de energías más limpias por parte de las administraciones, los ambientólogos podemos formar equipos interdisciplinares con técnicos de servicios sociales y otros profesionales para dar respuesta a la grave situación que afecta a tantos hogares, a través de actuaciones impulsadas desde las administraciones a fin de prevenir casos futuros y ayudar a casos existentes de familias afectadas.

Se trata de actuaciones como la realización de auditorías energéticas en el hogar, la formación y comunicación sobre prácticas de ahorro, eficiencia energética e interpretación de la factura de la luz, o la información sobre ayudas económicas a las que la población se pueda acoger.

 

Traducido y adaptado del artículo "L'ambientòleg i la pobresa energètica" publicado en .ambiental por la ambientóloga Mireia Bellart.